miércoles, 19 de febrero de 2014

RECORRIDO CIRCULAR. LORCA - BASÍLICA DE SAN CRISTOBAL - MONTE ESKINZA - LORCA.

   Después de varios fines de semana muy lluviosos, que nos impidió salir a la montaña, el día 15 de febrero, aprovechando una mañana sin lluvia, nos dirigimos al Valle de Yerri a realizar un bonito recorrido alrededor del municipio de Lorca.
   Saliendo de Pamplona a través de la PA-30, nos dirigimos hacia el municipio de Noain, donde enlazamos con la Autovía del Camino A-12 en dirección Estella. Después de atravesar los túneles del Perdón  y pasar por las proximidades de Puente la Reina, por la salida 33 ( Lorca-Lácar ), tomamos la carretera NA-1110 para dirigirnos al municipio de Lorca, desde donde teníamos previsto el inicio del recorrido.
   El municipio de Lorca, es un hermoso lugar perteneciente al Valle de Yerri, situado a una altitud de 435 metros y que tiene una población aproximada de 141 habitantes. Nuestro interés radicaba en realizar un recorrido saliendo del mismo municipio, subir al monte Eskinza por la vertiente este de esta montaña, visitar la Basílica-Ermita de San Cristóbal y regresar al lugar de salida, descendiendo por la ladera oeste de esta altitud.
Ábside de la Iglesia Parroquial de Lorca.
Lugar de salida del recorrido.
   En general la cima de esta montaña, pertenece a un macizo poco prominente, que forma parte de los últimos altos importantes previos a la Ribera de Navarra. Por las proximidades de la cumbre pasaba la antigua vía de trashumancia "Cañada Real de Tauste con las sierras de Urbasa y Andía". Con una longitud de 130 kilómetros unía las sierras vasco-cantábricas, con el confín de las Bardenas Reales y continuando por tierras aragonesas, llegar hasta la Villa de Tauste.
   Alcanzado el municipio de Lorca, aparcamos los vehículos en las proximidades de la Iglesia Parroquial de San Salvador, y una vez equipados convenientemente iniciamos el recorrido por un amplio camino, que parte de este lugar en dirección noreste. El camino discurre entre campos de labor, sembrados de cereal, con una ligera pendiente ascendente, hacia los altozanos próximos, cubiertos de vegetación de monte bajo con algunos ejemplares de arbolado de mayor porte.
   Pronto abandonaremos el amplio camino y tomaremos una senda que sigue con la misma dirección, al lado de una alambrada, que limita los campos de cultivo con el monte bajo repleto de espesa vegetación arbustiva, compuesta esencialmente de carrascas y encinas, característico de estos parajes de tipo medíterráneo, en donde encontramos gran cantidad de ganado vacuno, que se alimenta de los abundantes pastos de estos terrenos.
   La senda por la continuamos, llega a coronar un pequeño altozano, para descender posteriormente a un pequeño valle que atravesamos por la parte inferior, hasta llegar a la otra ladera del limitado macizo montañoso. En este lateral encontramos, que la senda desemboca en un amplio camino, que se dirige a la parte alta del señalado valle. La pendiente inicialmente suave, irá aumentando al dirigirse  al collado que observamos en la lejanía.
Ruinas del "Corral de Sánchez"
   Llegados al collado, en sus proximidades encontramos una gran charca artificial llena de agua, para satisfacer la sed de la gran cabaña de ganado que se encuentra en estos parajes. Desplazándonos ligeramente hacia el sur, llegamos a una corraliza de grandes dimensiones, conocida como "Corral de Sánchez". Las ruinas ocupan una gran extensión, por lo que suponemos que pudiera tratarse de un corral de ganado, el cual tenía adosada una vivienda, para alojamiento del pastor y quizás también de su familia.
   Abandonamos el lugar, y tomando dirección oeste, nos dirigimos a la parte más alta del collado, llegando a un cruce de varias pistas, que toman en diversas direcciones. En nuestro mapa de ruta, aparece señalado un lugar de esta zona como un asentamiento de un dolmen, recorremos todo el entorno y no apreciamos su existencia. La construcción de las citadas pistas y las excavaciones clandestinas pudieron arruinar el monumento megalítico, solamente apreciamos unas grandes losas, colocadas sin orden alguno y alejadas unas de otras.
   Cerca de este lugar elegimos una zona abrigada, para tomar el acostumbrado almuerzo, aprovechando el reposo, para comentar las incidencias acaecidas desde la salida, y comentar la mejoría de la climatología, con la aparición del sol y aumento de la temperatura.
   Después de almorzar volvemos al cruce de pistas y de acuerdo con el itinerario previsto, tomamos la pista que se dirige en dirección noroeste, que toma ligera pendiente ascendente, que pronto abandonamos, para seguir una estrecha senda que se dirige ahora a la parte alta del monte Eskinza. La pendiente de este última parte es la mayor de todo el recorrido, antes de llegar a una amplia explanada, que corona esta cima, en donde ante nuestro asombro, aparece una hermosa Basílica-Ermita dedicada a San Cristóbal, como se refleja en la inscripción de la entrada al recinto sagrado.
 Algo apartado de esta remozada Basílica-Ermita, encontramos un índice geodésico bastante elevado y un buzón de montaña del monte Eskinza.
   El lugar es espectacular con una amplia superficie herbosa, desde donde se contemplan amplios horizontes en todas direcciones. Hacia el oeste el macizo espectacular de Montejurra y más alejadas las Sierras de Yoar, Peña Gallet y Costalera. Al sur las amplias vegas de la Ribera navarra, al norte los macizos de Echauri y Esparaz y el embalse de Alloz.
   La Basílica-Ermita se encontraba cerrada cuando visitamos el lugar, no obstante en uno de sus laterales hay una habitación-refugio abierto, con abundante provisión de leña, para poder hacer fuego en un pequeño hogar adjunto. En el dintel de entrada de este habitáculo, se indica "Refugio Monte Eskinza".
   En los alrededores de la Basílica-Ermita, están colocados numerosos bancos y mesas de cemento, al abrigo de la abundante masa de árboles, para albergar a los habitantes de los pueblos próximos que suben en romería a conmemorar la celebración de San Cristóbal. Esta afirmación la contrastamos al llegar de retorno a Lorca. Nos informaron que suben en romería los municipios de Cirauqui y Lorca. En concreto la romería de Cirauqui la celebran el día 1 de Mayo.
   Recorriendo los alrededores de esta cima podemos observar numerosos puestos elevados, utilizados en otoño para la caza de paloma, en la época de "pasa".
   Después de disfrutar de estos hermosos lugares, iniciamos el descenso por una amplia pista en dirección norte, regresando al municipio de Lorca.
   Un ligero descenso inicial, hasta encontrar una puerta metálica cerrada con candado en el lado norte del camino, la atravesamos por un acceso disponible y descendemos por una senda marcada de pendiente muy acusada hasta la parte inferior de esta ladera del monte Eskinza. Esta senda atraviesa en varios lugares de su descenso, una amplia pista de todo-uno, que desciende desde las proximidades de citado monte Eskinza.
   Ya en la parte inferior de la citada ladera, la senda acaba su recorrido en la pista, que toma la dirección noroeste, que seguiremos en un cómodo recorrido, hasta llegar hasta el municipio de Lorca. Atravesamos el pueblo  de sur a norte hasta llegar a las proximidades de la Iglesia Parroquial de San Salvador, donde habíamos dejado los vehículos, antes de iniciar este bonito recorrido.
Situación del monte Eskinza. Guerras Carlistas.
   Recordando momentos de la historia de estos lugares : se menciona una experiencia personal del rey Alfonso XII. Dicho rey, a los pocos días de llegar a España decide apoyar a las tropas que estaban luchando en Vascongadas en la II Guerra Carlista. En el frío mes de enero del año 1875, se presentó y convive con la tropa en tierras navarras, donde las tropas alfonsinas se apoderan de posiciones en el Carrascal. No obstante de este hecho, el astuto general carlista Mendiri se replegó y atacó a las tropas del general Barges que se encontraban en Lácar. El éxito de Mendiri fue total, huyendo en desbandada las tropas alfonsinas, pero no pudo rematar su hazaña por falta de apoyo de sus superiores, que no le dieron la ayuda para conquistar el Monte Eskinza.
   El rey Alfonso XII andaba por las cercanías y se refugió en  Fuerte de Monte Eskinza. Dicen los habitantes de Lorca, que el rey pasó disfrazado de pastor. Debido al frío de esos días, el joven monarca de 17 años tubo su primer vómito de sangre, aviso de la enfermedad pulmonar que le llevaría a la tumba.
 Después de este paréntesis de nuestra historia, los amigos "matarrasa", regresamos a Pamplona por el mismas carreteras con que nos acercamos al municipio de Lorca, después de la hermosa experiencia que supuso, la visita a estos desconocidos y singulares parajes del Valle de Yerri.
 

domingo, 16 de febrero de 2014

UN PASEO POR EL PRADO: EL TRIUNFO DE LA MUERTE. BRUEGHEL EL VIEJO ( y V)


La familia secreta de Brueghel el Viejo

"Que Brueghel no se inspiró en Holbein para sus esqueletos, sino que utilizó deliberadamente algunos de ellos en su pintura. Es como si los hubiera calcado, llevando hasta el límite ese viejo precepto del arte de la memoria de que realmente se puede escribir con imágenes. ¿Lo entiendes ya?   
Pero yo arqueo las cejas incrédulo, para su desesperación.   
— ¡Por todos los diablos, hijo! Al tomar imágenes de esa tipografía y adaptarlas a esta tabla, Brueghel introdujo subrepticiamente letras en el cuadro. ¡Escribió un mensaje con los mismos esqueletos de Holbein! ¡Usó el arte de la memoria! ¡Te lo demostraré!   
Del mismo bolsillo del abrigo del que antes había extraído el libro del Bosco, Fovel sacó un pliego de papel con toda la serie tipográfica de Holbein. La desplegó ante mí invitándome a que la contemplara con suma atención.   

— Ahora fíjate bien en la letra A —ordena—. ¿Distingues la pareja de esqueletos que tocan la trompeta y los timbales? Caminan sobre un paisaje sembrado de cráneos, en el que apenas se distingue nada más. Y ahora, por favor, presta atención a la tabla de Brueghel. ¿Dónde ves una escena parecida a ésta?   
Me froto los ojos y los fijo en el cuadro. Tardo poco más de un minuto en rastrear los pequeños grupos de calaveras que se ven en el horizonte, pensando que lo que me pide el maestro estará escondido en sus miniaturas. Pero qué error. En lontananza no hay ni rastro de esqueletos músicos; tan sólo lanceros, profanadores de tumbas, verdugos y dos tañedores de campana. Sin embargo, al posar mi mirada en los cadáveres del primer plano, tropiezo con algo. Un esqueleto arranca música a su laúd junto a una pareja de enamorados que retoza, ajena a la muerte, en la esquina inferior derecha de la tabla. Otro, más acorde con la tipografía de Holbein, golpea frenético dos timbales justo sobre el techo del «contenedor del infierno»; al fondo, el suelo pavimentado de cráneos evoca el alfabeto.
— ¿Es ése? —titubeo.
— ¡Excelente! Ahora supón por un momento que esa imagen enmascara una letra A. Déjala ahí, gravitando sobre la boca del infierno, y sigue buscando similitudes entre el alfabeto y la pintura. ¿Qué más ves?   
Papel en mano, como quien juega a una versión oscura de ¿Dónde está Wally?, comienzo a rastrear la tabla con todos los sentidos puestos en ella. Me cuesta un mundo localizar nuevos paralelismos en aquel caos, y los que encuentro no me parecen absolutos. De tanto en tanto dibujo círculos en el aire cerca de algunas figuras, mirando de reojo si el maestro asiente o no. Y a todos va negando hasta que, en el cuarto o quinto intento, me detengo en la figura que señala casi el centro geométrico de la composición. Se trata de un caballo famélico montado por un furioso esqueleto que con sus brazos trata de impulsar una guadaña gigantesca.   

 — El jinete —susurra Fovel—. Ése sí. ¿Te has fijado en que también está en la letra V?   
Echo un vistazo al papel. Por un momento, dudo. El caballo de Brueghel sólo sostiene al jinete de ultratumba. Aunque es cierto que tanto su gesto de fiereza como su escasa cabellera al viento, su macabra sonrisa horizontal e incluso la actitud del jamelgo dejan poco lugar a dudas sobre el paralelismo entre ambas imágenes.
— Ya tienes otra letra. ¡Sigue! Hay más.  
De repente, aquello se convierte en un juego adictivo. Minuto a minuto, mi cerebro se va familiarizando con los personajes que transitan por el alfabeto de la muerte, al tiempo que los descubro a todos en la composición de Brueghel. Localizo al soldado combatiendo con la parca que podría encarnar la letra P. O al cardenal al que un esqueleto sujeta por la espalda en la letra E, y que en la pintura aparece representado de forma muy parecida. Sin embargo, por alguna razón, el maestro me pide que redoble mis esfuerzos de identificación alrededor de la masa de personajes que se dirige hacia el arcón del infierno. «La clave que buscamos está necesariamente ahí», me susurra al oído. «Aunque haya otras, ése es el segmento más importante del cuadro. Ahí están los últimos hombres vivos de la Tierra.» Y así lo hago.

Después de unos minutos, me quedo con dos sorprendentes analogías: una es un personaje con la cabeza cubierta y el rostro vuelto al cielo pidiendo clemencia, que el maestro identifica con la letra I. Y la otra, que yo tardo en relacionar, es un esqueleto que vierte un líquido de una extravagante cantimplora metálica, y que Fovel conecta con la letra T de Holbein.
 — ¿Qué tenemos, pues? —sonríe satisfecho el maestro.   
— Cuatro letras: A, V, I, T.  
 — ¿Y te dicen algo? Estrujo mi memoria en busca del algún poso del latín del bachillerato y apenas acierto a murmurar un par de soluciones que hacen reír al maestro.    
— No, hijo. No es una mención a aves o a abuelos. Piensa: has encontrado cuatro letras que rodean por todos sus flancos a los últimos humanos. Gentes que son conducidas al infierno, sin esperanza. Pero ¿y si Brueghel hubiera disimulado en esas cuatro letras el secreto de su fe? ¿Y si justo en el espacio de mayor desolación, en el punto de su obra con el que el espectador, cualquier espectador, podría sentirse más identificado, estuviera gritándonos su remedio?   
Contemplo atónito al maestro. De repente ha vuelto el rostro hacia mí como si quisiera anclar sus ojos en los míos. Su mirada está encendida. Adivino en sus labios un temblor sutil, casi imperceptible, que anuncia que lo que está a punto de decir es importante.   
— Hijo: si juegas con las letras y las ordenas empezando por el caballo, siguiendo por el hombre que implora y luego acudes al esqueleto que lo derrama todo para ascender hasta el que toca la música, descubrirás qué quiero decirte.   
— V, I, T, A —deletreo atónito—. ¡Por todos los diablos! Vita! ¡Vida!   

— ¿Y qué me dices de la orientación de las letras? La vida viene del cielo a la tierra, de arriba abajo, y desde abajo regresa otra vez a las alturas. Exactamente como este juego de letras. ¿No es una lección hermosa? ¿No es una promesa profética perfecta? Tras el dolor y el terror de la muerte se esconde… ¡más vida!   
Me quedo sin saber qué decir. Mudo. Perplejo. Incapaz de valorar sus conclusiones o de aceptar la lección de «arte oscuro» que acaba de brindarme. Y el maestro, consciente de que ha saturado por completo mis entendederas, me palmea la espalda con cierta conmiseración.   
— Eres joven aún —dice, súbitamente cansado por el esfuerzo—. La muerte todavía no te preocupa. Pero cuando dentro de unos años lo haga, querrás saber más de esta vieja enseñanza.  
 — ¿Saber más? ¿Es que hay más pinturas con mensajes «escritos»? Fovel se recompone, removiéndose bajo su abrigo. 
— Las hay. Por todas partes." 
Se dio media vuelta y se marchó por la amplia y luminosa sala 56 del museo. ¿Lo volvería a ver?

martes, 11 de febrero de 2014

AOIZ. RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL. CENTRAL HIDROELÉCTRICA Nº 1 " EL IRATI ". SEGUNDA PARTE.

   Continuamos con las explicaciones del primer trabajo sobre la Central Hidroeléctrica nº 1, situada en los términos de la Villa de Aoiz. Nuestro objetivo es completar un estudio sobre el funcionamiento de los equipos que tenía en servicio este complejo industrial. Hoy día su situación de abandono y ruina parcial, hace necesario evitar la ruina total y estudiar las posibilidades de su recuperación como generador de electricidad, o simplemente como conjunto histórico de una importante joya de la industrialización de nuestra Villa en el siglo XX, que le asegure su conservación  futura para admiración de propios y extraños.
 Central nº 1 "el Irati". Aoiz
Depósitos  y tuberías de alimentación.
   Aunque la documentación que disponemos sea escasa, y el expolio que han sufrido gran parte de los archivos que disponía el complejo, nos impida explicar con detalle el funcionamiento que tenía en épocas no muy lejanas, intentaremos con la ayuda de las fotografías sacadas del complejo, dar una somera explicación del funcionamiento de los equipos, de los aparatos de control y de la instrumentación de esta interesante central, cuya misión general era la obtención de energía eléctrica a partir de la energía hidráulica.
   En la anterior comunicación, explicamos como llegaba el agua del río Irati, que alimentaba a esta central mediante dos canales, desde el embalse situado en el término del municipio de Ezcay, hoy bajo las aguas del Pantano de Itoiz, hasta un depósito situado en la parte inferior de la ladera del monte Itxabalea. Desde este depósito, situado encima de la Central nº 1, a través de una tubería de diámetro considerable fluía el agua hacia los grupos generadores de electricidad.
   En los primeros años de funcionamiento, solo disponía de una de las tuberías de alimentación del depósito superior a varios grupos de generación. Posteriormente una ampliación de la capacidad de producción supuso la adición de una segunda tubería y la inserción en la central de nuevos grupos de conversión de mayor capacidad de generación de electricidad. Esta ampliación se realizó en el año 1951.
   En cuanto al conjunto de maquinaria en servicio de la  primera fase, se emplearon tres turbinas suizas con sus correspondientes grupos de alternadores y equipos asociados, empleados en la generación de electricidad. Al cabo de un tiempo, se añadió un cuarto grupo, para aumentar la capacidad productiva.
Grupo de generación de energía hidráulica en eléctrica.
Compuesto por Turbina-Volante-Alternador - Dinamo
   La ampliación del año 1951,supuso la incorporación de nuevos grupos de generación compuestos igualmente de turbina-alternador.
   Cuando en los años 60, la Central nº1 estaba en pleno funcionamiento generando energía eléctrica, contenía en las instalaciones, cinco grandes conjuntos de generación y dos más pequeños. Estos últimos se utilizaban preferentemente en verano, cuando descendía el nivel de producción, al reducirse el nivel del embalse de alimentación y por tanto la llegada de caudal de agua necesaria para alimentar a todos los grupos generadores. Según documentación examinada, en los años de referencia de 1960, en este complejo industrial se producían, unos 12 millones de kilovatios hora al año. Se empleaban en el complejo, un total de cinco trabajadores, uno de los cuales hacía de responsable y residía con su familia en una vivienda situada en las proximidades de la citada Central nº1.
   A continuación explicaremos el funcionamiento de los grupos de generación de dicha central hidroeléctrica de Aoiz, similar al de otros complejos, que habían sido instaladas por la empresa "El Irati S.A." y otras entidades, en las márgenes del río Irati.
   Este grupo generador se compone esencialmente de los siguientes elementos: una turbina alimentada con agua a presión, en cuyo eje se acopla un alternador con su dinamo de cebado, y entre medio de ambos elementos, un poderoso volante mecánico, para controlar la inercia de todo el conjunto.
 Esquema de tipos de turbinas. Tipo Kaplan y tipo Pelton.
Utilizadas en centrales hidroeléctricas.
   Como elementos individuales, la turbina hidráulica se compone esencialmente  de una rueda o rodete dotada de una especie de cucharas o cazoletas en su periferia, dispuesta sobre un eje. El funcionamiento es sencillo, el chorro de agua se lanza directamente sobre las cucharas, produciendo el giro de la rueda. Una vez trasmitida la energía al rodete o rueda, el agua sale de los alabes o cazoletas a velocidad relativamente baja y dirigida al canal de desagüe. Por tal motivo la turbina está colocada a suficiente altura para asegurar la salida del agua utilizada.
   Según la situación de la rueda sobre el eje de la turbina, existen varios tipos: entre las más utilizadas en aplicaciones hidráulicas están las denominadas como turbinas Pelton, Kaplan y Francis. Las instaladas en la Central nº1 de la Villa de Aoiz, son tipo Pelton.
   Este tipo de máquinas están diseñadas para explotar saltos hidráulicos. Las centrales dotadas de este tipo de turbinas, disponen de una tubería llamada "galería de presión", para transportar al fluido desde diversas alturas. Al final de esta tubería de alimentación, una o varias válvulas o inyectores en forma de tobera, se aplican a la rueda o rodete, con posibilidad de poder variar el flujo que incide sobre las cucharas. La tobera está provista de una aguja de cierre para regular el gasto de agua, constituyendo el órgano de alimentación y regulación de la turbina.
 Sencillo esquema de un generador de
corriente alterna denominado Alternador
   En el eje de la turbina se dispone un conjunto alternador, a veces con incorporación de una dinamo, capaz de convertir la energía mecánica trasmitida en energía eléctrica. Un generador o alternador transforma el movimiento producido por la turbina, energía mecánica, en energía eléctrica, en bornes de salida, que suministra a una carga o circuito eléctrico de utilización. En los alternadores la forma de esta energía producida, es de corriente alterna. En las dinamos se produce corriente continua.
   Un sencillo dibujo esquemático de un generador de corriente alterna, llamado alternador nos ayuda a comprender el funcionamiento de esta máquina.
   El denominado inductor, recibe el movimiento a través de un eje acoplado a la turbina, proporcionando la energía mecánica al alternador. El inductor dispone de un campo magnético creado, en esta figura, por dos grupos de polos N-S. Este campo magnético, puede ser creado por dos imanes permanentes, o en el caso de alternadores de potencia, como los instalados en la Central de Aoiz,  por grupos de bobinas colocadas en la periferia del inductor, alimentadas con corriente continua. En este inductor descrito, se crea en campo magnético, similar al creado por los electroimanes, representados en el dibujo esquemático.
   En el inducido, en este caso la parte fija del alternador,también se han insertado un devanado compuesto por bobinas de un buen hilo conductor de cobre.
 Central nº1 de Aoiz.
Grupo compuesto por Turbina-Volante-Alternador
   Al girar el eje del alternador, que contiene el inductor, genera por el principio de inducción electromagnética de Faraday en el inducido, una fuerza electromotriz que será proporcional a : la intensidad del campo magnético, a la velocidad de giro del inductor creador del mismo y al número de espiras de las bobinas del inducido. Esta fuerza electromotriz inducida aplicada al circuito exterior, da lugar a la creación de una corriente eléctrica alterna.
   La corriente continua de alimentación al inductor, se lo proporciona una dinamo que esta situada al lado del alternador, en su mismo eje de dicha máquina.
   Completando el grupo de generación, explicaremos de forma sencilla la utilidad del gran volante mecánico situado entre la turbina y el alternador. Producto de continuas variaciones de velocidad del conjunto Turbina-Generador, debido a las constantes conexiones a circuitos con distintas cargas, pueden existir inestabilidades en los parámetros de calidad, frecuencia, voltaje, lo cual afecta gravemente a dichas cargas que se encuentran conectadas. Se pueden producir aumentos de mala calidad de la energía suministrada, por lo que se hace necesario encontrar una solución para mejorar la estabilidad del sistema.
   Una de las vías a seguir, para incrementar el momento de inercia, es simplemente la colocación del volante. Este dispositivo, es un elemento totalmente pasivo, únicamente aporta al sistema una inercia adicional. Al mantenerse la inercia del sistema, en igualdad de condiciones se reducen las fluctuaciones de velocidad.
Central nº1 de Aoiz.
Colector de distribución a las turbinas.
   Los volantes tienen por finalidad, en virtud de su masa e inercia, uniformar dentro de ciertos límites la velocidad de los ejes de las máquinas motrices, en este caso el conjunto Turbina-Alternador.
   Hemos explicado, que cada turbina, parte del grupo generador, se alimentaba con una toma de agua proporcionada por las dos grandes tuberías de bajada desde un depósito conectado al canal. La aplicación individual de dicha alimentación a cada turbina de la central, así como las salidas de agua una vez utilizada, se hace por galerías situadas debajo de la sala de máquinas de este complejo industrial.
   Un colector general de gran diámetros con tomas individuales, distribuye la alimentación a cada turbina. Las salidas del agua utilizada, revierten al río Irati a través de un canal que recoge los sobrantes de las turbinas.
   En una nueva comunicación trataremos de los sistemas de regulación, de medición y del transporte de la energía eléctrica producida en la Central nº1 "El Irati" de Aoiz.

 

jueves, 6 de febrero de 2014

¿CÓMO ES FEBRERO EN NUESTRO LIBRO DE HORAS?

En entrada reciente habíamos avanzado el tiempo de este mes de febrero según el calendario zaragozano. El calendario en los avances del tiempo tiene ese lenguaje críptico y ambiguo, como los astrólogos, que igual vale para lo uno que para lo otro, con lo que siempre aciertan, o al menos tampoco se equivocan demasiado.

Ahora, sin tanto "compromiso", vamos de nuevo a la Biblioteca del Museo Morgan de New York, para volver a mirar "El Libro de Horas de Enrique VIII" y ver cómo es la página que la sección del calendario dedicada al mes de febrero.

La ilustración puede titularse "calentándose al fuego del hogar" y hace referencia a la naturaleza fría del invierno en febrero. Son días que, aunque van alargando, hace mucho frío, los campos están helados para el trabajo y para la caza. Lo más inteligente, si se puede, es quedarse en casa y cerca de un buen fuego, como el señor de la ilustración que calienta sus piernas y "baja espalda" al calor del hogar en un gesto de levantarse su rico abrigo. El sirviente lo percibe en la maniobra, mientras trae unas jarras de vino que en breve calentarán al señor de la casa por dentro. Por cierto, me gustaría conocer al modisto del señor de la casa, fashion total, un adelantado a su época.


La escena tiene lugar en el espacio comedor de la casa. En el centro de la imagen hay una mesa dispuesta con las viandas del almuerzo frente a la que se dispone un banco que tiene la parte de apoyo de la espalda abierta para permitir recibir el calor del hogar. Puro diseño.


En el borde izquierdo de la ilustración del mes podemos contemplar a la Virgen con el Niño Jesús (fiesta de la Presentación, día 2). Siguiendo en este lado de la ilustración vemos a San Blas con el rastrillo de cardar con que fue torturado (día 3) y a Santa Águeda sufriendo la amputación de sus senos en el momento de su martirio (día 5).

El signo del zodiaco del mes es Piscis como podemos comprobar en el borde inferior.

miércoles, 5 de febrero de 2014

UN PASEO POR EL PRADO: EL TRIUNFO DE LA MUERTE. BRUEGHEL EL VIEJO (IV)

Continuamos con la 4ª entrega del capítulo de “El triunfo de la muerte”, obra de Pieter Brueghel el Viejo que se encuentra en el Prado y que nos revela los códigos ocultos que esconde, en este interesante libro de Javier Sierra, "El maestro del Prado".


La familia secreta de Brueghel el Viejo


"— Entonces —interrumpo perplejo—, ¿es seguro que Brueghel fue un… familista?   
— ¡Oh! ¡Desde luego! Tan seguro como que el «Viejo» ilustró incluso uno de los tratados de Hendrik Niclaes. Se trata del Terra Pacis, un texto en el que narra en forma alegórica su viaje desde la Tierra de la Ignorancia hasta la de la Paz Espiritual. De hecho, los temas que más preocuparon al pintor y que encontramos reiteradamente en su obra (muerte, juicio, pecado, eternidad o rechazo a las ataduras religiosas) fueron también los favoritos de Niclaes. ¡No hay duda!   


El maestro se detiene otra vez a tomar aire. Tengo la impresión de que se toma todo este asunto muy en serio. A continuación, con cierta solemnidad, me explica que el tal Hendrik Niclaes tuvo que ser un personaje muy parecido a los profetas de los que me había hablado en relación con Rafael o Tiziano. Que el origen de su pensamiento era el mismo que el de Joaquín de Fiore o el de Girolamo Savonarola: ¡sus trances!

- Fiore y Savonarola -
Y que, aunque Niclaes había experimentado sus primeras visiones a los nueve años, no sería hasta tres décadas más tarde cuando decidió fundar su propio reducto de fieles. Dada su holgada posición social y económica, intimó con intelectuales y personas influyentes y llegó a convencerlos de que él era una suerte de «ministro mesiánico» [sic] enviado a la Tierra para continuar con la labor de Cristo. Niclaes tenía —también como De Fiore o Savonarola— una respuesta para cada pregunta y una interpretación para cada acontecimiento de su época. Contó con seguidores en París, pero sobre todo en Londres, donde sus libros continuarían imprimiéndose hasta un siglo después de su muerte bajo el nombre de Henry Nicholis.

- Hendrik Niclaes -
— ¿Y en qué influyó exactamente Hendrik Niclaes en El triunfo de la muerte, si puedo preguntarle? —le interrumpo.   

— ¡Oh! —sonríe Fovel, como cayendo en la cuenta de lo extenso de aquella digresión—. Claro. Si conoces el credo familista, esta tabla adquiere un sentido un tanto… especial. Verás: si El triunfo de la muerte fue la obra favorita de Brueghel y él militó en la secta de Niclaes, lo lógico sería que el cuadro reflejara el relato apocalíptico del fin del mundo tal y como el pintor lo había escuchado de boca de su líder. Esto es, como el fin de una era y el inicio de otra.   
— Pero aquí yo sólo veo fin…  
— ¡Precisamente eso es lo que parece!   
— Entonces…   
— Brueghel engaña al espectador no iniciado en su culto con un cuadro sin atisbo de esperanza. Ejércitos de cadáveres se dirigen hacia la última ciudad del planeta para devastarla. Parece que aquí no cabe el anhelo de una vida mejor. ¿Te has dado cuenta de cuál es todo el empeño de los esqueletos?   

Vuelvo a posar los ojos en la pintura, intentando darle un sentido al caos que se despliega ante mí.   
— ¿Empeño?   
— Sí, hijo. Parece que la única obsesión de esa tropa es empujar a los mortales al interior del enorme contenedor que se abre a la derecha del panel. Es una clara metáfora de las puertas del infierno. La representación de un umbral al más allá. Sólo que, a diferencia del que anhelaba Felipe II tras El jardín de las delicias y que conducía a la gloria, en éste sólo intuimos confusión y horror al otro lado.   
— No… No lo entiendo —murmuro.   
Fovel se encoge de hombros, disponiéndose para una explicación más detallada.
- Catálogo de los
libros prohibidos -
— ¿Sabes, hijo? Durante años he tratado de resolver la contradicción aparente que encierra esta pintura, hasta que caí en la cuenta de que el artista tuvo que cuidarse mucho de dejar pistas evidentes de su fe. Niclaes fue perseguido por la Inquisición. Sus obras se incluyeron en el Index librorum prohibitorum.

No era para tomárselo a broma. Pero si Brueghel estaba iniciado en una fe secreta que defendía la existencia de una vida superior, ¿cómo pudo pintar un cuadro como El triunfo de la muerte? ¿Y por qué consideraría una obra así como su preferida? Esta tabla tenía que esconder algo que se me escapaba. Un secreto. Una imagen oculta. Lo que fuera.   
— ¿Y la ha encontrado?   
— ¡Sí!   
— ¿Sí?   
— Dime, ¿oíste alguna vez hablar del Alfabeto de la Muerte?   

Debí de mirar a mi interlocutor con cara de estúpido.  
— Ya veo. —Mi guía chasca la lengua con desdén, mientras posa la mirada en un cuadrante de la tabla de Brueghel—. Espero que tomes nota de esto. Verás: unos años antes de ejecutarse esta pintura, Hans Holbein el Joven, notable pintor muy amigo de Erasmo de Rotterdam y tenido en alta estima por el círculo de intelectuales que rodeaba a Niclaes, elaboró una serie de veinticuatro letras mayúsculas para imprenta, de 25 × 25 mm, adornadas con esqueletos. Holbein llevó a cabo en ellas algo aparentemente horrible: trazó cada una de las capitulares rodeada de «soldados de la muerte», muy parecidos a los que más tarde pintaría Brueghel. Daban la impresión de ser criaturas sin alma que disfrutaban cazando humanos para llevárselos a la tumba.


Así, su A mayúscula se trenzaba con dos esqueletos músicos que parecían dar por inaugurada la eterna Danza de la Muerte; tras ellos, otros perseguían a damiselas o bebés, e incluso galopaban en pos de sus víctimas hasta desembocar en una Z con Cristo en Majestad señoreando a los salvados en el Juicio Final.   

— ¡Ah, una tipografía!   
— Fue mucho más que eso. O eso comprendí.   
Fovel dejó aquel último matiz flotando en el aire.  
— ¿Qué comprendió, maestro?   
— Que Brueghel no se inspiró en Holbein para sus esqueletos, sino que utilizó deliberadamente algunos de ellos en su pintura. Es como si los hubiera calcado, llevando hasta el límite ese viejo precepto del arte de la memoria de que realmente se puede escribir con imágenes. ¿Lo entiendes ya?   
Pero yo arqueo las cejas incrédulo, para su desesperación.   
— ¡Por todos los diablos, hijo! Al tomar imágenes de esa tipografía y adaptarlas a esta tabla, Brueghel introdujo subrepticiamente letras en el cuadro. ¡Escribió un mensaje con los mismos esqueletos de Holbein! ¡Usó el arte de la memoria! ¡Te lo demostraré!"   


(continuará)

martes, 4 de febrero de 2014

AOIZ. REGISTRO DE LA MEMORIA HISTÓRICA DEL SIGLO XX, A TRAVÉS DE TESTIMONIOS DE VECINOS DE ESTA VILLA.

   El día 24 de Enero tubo lugar en el recinto de la Casa de Cultura de la Villa de Aoiz, la presentación de un proyecto realizado a lo largo de todo el año 2012, entre un grupo de personas mayores, en donde a través de entrevistas individuales, rememoran sus vivencias de años pretéritos.
   El proyecto que el Ayuntamiento de esta Villa encargó a la empresa Labrit Multimedia ha consistido, como hemos señalado, en 25 entrevistas a vecinas y vecinos, que ya forman parte del Archivo del Patrimonio Inmaterial de nuestra vecindad y de nuestra tierra navarra.
   En este proyecto, se recogen de viva voz y en forma de entrevistas, las experiencias acumuladas por estas personas mayores, en donde narran, como era el Aoiz del Siglo XX. Unos recuerdos imborrables, que se conservarán para que las presentes y futuras generaciones, que residan en esta Villa de Aoiz, conozcan las vivencias de sus antepasados.
   No cabe duda, que la presencia de un grupo de estos mayores, que con toda su ilusión, algunos apoyados en muletas y bastones, acompañados de sus familiares y muchos vecinos de la Villa, acudieron al acto de presentación en la Casa de la Cultura, disfrutaron de lo lindo, del avance del trabajo realizado con su celebrada participación.
   Con toda naturalidad, nuestros vecinos agoiskas y agoiskos van desgranando en las entrevistas, los recuerdos más entrañables, las costumbres de la sociedad de Aoiz y las tradiciones arraigadas desarrolladas, a lo largo de su vida. Se proyectó un adelanto de lo más granado de las citadas entrevistas, con una duración de treinta minutos, retazos que emocionaron y contagiaron sus risas a los asistentes, en la repleta sala de la Casa de la Cultura.
   El conjunto de personas, que con gran interés participan en las entrevistas, lo componen hombres del campo de gran experiencia en la recolección de cereales y otros productos agrarios, otro grupo hombres y mujeres, que trabajaron en las industrias, también importantes en el desarrollo de la Villa. En empresas pioneras en el nacimiento industrial de Navarra, ejemplo emblemático " El Irati S.A." emporio industrial, con actividades fabriles en aserraderos, destilerías, linea ferroviaria Sangüesa-Aoiz-Pamplona. Sin olvidar las centrales hidroeléctricas en el río Irati, en donde varios de los participantes, en esta recopilación de vivencias, desarrollaron su trabajo con ahínco y gran profesionalidad. Otros trabajadores industriales, que prestaron sus servicios en las fábricas de muebles situadas en el propio municipio, con recuerdos importantes de esta actividad.
Casa de Cultura de la Villa de Aoiz.
   Además de los citados, merecen especial importancia las amas de casa, que con grandes esfuerzos, tuvieron gran importancia en el control de la economía de las familias, en tiempos de grandes penurias.
   Otros participantes en la aportación de memoria histórica, los identificamos como maestros de  enseñanza, albañiles, comerciantes, hortelanos, músicos, celadores de montes, modistas y otras actividades,  que componen el magnífico mosaico de personas de entre los 70 y 100 años, que acogieron a los entrevistadores en sus casas, con ilusión y ganas de participar en este proyecto de memoria histórica de nuestra Villa en el siglo XX.
   Durante aproximadamente 43 horas de memoria recogidas por la empresa encargada del proyecto, con total naturalidad se recogen las melodías que estos vecinos cantaban en rondas, por las calles de Aoiz. No faltan en este documento, el reflejo de las costumbres y tradiciones agoiskas. De todas estas vivencias se proyectó un vídeo de unos treinta minutos de duración, en el acto de presentación en la Sala de Cultura.
   Es de resaltar los comentarios sobre recuerdos de la infancia y juventud, sus jornadas en las escuelas, donde acudían con gran esfuerzo de sus familias, en las que a veces no podían acudir por necesidades perentorias de sus mayores. Los duros días de trabajo, con jornadas interminables en labores agrarias o industriales, en las cuales era necesario aportar el jornal a la precaria economía familiar.
   El recuerdo de estas duras faenas, tenía su contrapartida según los entrevistados, en los alegres días de fiestas menores de San Isidro, también las mayores con la llegada del mes de Septiembre y la conmemoración de San Miguel Arcángel.
   Otro apartado importante de sus añoranzas hacía referencia a la indumentaria que vestían, los alimentos que tomaban, como se desplazaban dentro de sus actividades y como asistían a la Iglesia para rezar, sobre todo los días señalados del calendario religioso.
   Grandes recuerdos de su vida anterior, con encuentros recatados con las personas a las que se amaba, también relatos sobre la pasada Guerra Civil española, las represalias cometidas por el régimen franquista, que fueron y son hoy día muy importantes, quizás fundamentales para comprender el pasado de la Villa de Aoiz.
   Todas las entrevistados, ellas y ellos, han transmitido con suma sencillez, la sensación de haber vivido momentos importantes de la historia particular de nuestra Villa, y durante el acto de presentación tenían la impresión de haber formado parte de algo grande, para la conservación de un patrimonio cultural, que el Ayuntamiento con gran visión, ha querido conservar para el disfrute de futuras generaciones.
   El coste del proyecto ha supuesto una inversión de 14.000 euros, aportada por el Ayuntamiento de la Villa de Aoiz.
  Esta memoria de Aoiz, quedará recogida en un libro y un DVD, que se presentará con fechas que se enmarcan en fechas posteriores al verano. En este proyecto participan vecinos de Aoiz, destacados en actividades de diseño, Alfredo León, conocido publicista y autor de varias portadas de anuncio de fiestas de Aoiz y otras localidades navarras. Peio Guerra y Nakane Etxarte, en los textos, con experiencia en trabajos históricos, y Edurne Mañú y Ruth Etxarte, con experiencia contrastada en montajes audiovisuales.
   Como final del acto de presentación de este este sencillo acto de homenaje, el Alcalde de la Villa Unai Lako, repartió rosas, sentidos abrazos y besos, acompañados de un largo aplauso de los asistentes a la presentación.
   Los agoiskos, esperaremos con impaciencia la aparición de los anunciados libro y DVD para adquirirlos y disfrutar con esta joya de la memoria de nuestros vecinos. Por otra parte, estos documentos pertenecerán al Patrimonio Inmaterial de la Historia de la Villa de Aoiz.

sábado, 1 de febrero de 2014

¿QUÉ NOS TRAERÁ FEBRERO?

Adiós enero, pasó volando. Veamos que nos deparará febrero en lo climatológico según las "previsiones" del juicio universal meteorológico del Calendario Zaragozano de D. Mariano Castillo y Ocsiero.

Dice así:
" Temporales de invierno riguroso, con frecuentes borrascas que traerán ramalazos de nieves y granizos, pero insuficientes lluvias, nada propicio para el renacimiento y prosperidad de los campos, ni bueno tampoco para la salud. Después de mediar el mes, vientos fuerte de Poniente traerán un temporal anubarrado con lluvias copiosas en la cornisa cantábrica, Cataluña y  Baleares y nubes abundantes con precipitaciones en el resto de la Península."

- Nazar bajo la Costalera nevada -