jueves, 21 de junio de 2012

VISITANDO LOS MONTES JOAR Y LA PLANA. SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE CODÉS.

   En este caso, la visita la realizaremos al macizo montañoso más occidental de Navarra, en el límite de la provincia de Álava, perteneciente a la Comunidad Autónoma Vasca. A los pies de esta sierra de Codés, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Codés.
   Para acceder a estos lugares desde Pamplona, ulilizaremos en primer lugar la Autovía del Camino A-12 en dirección a Logroño. En la salida 67 (enlace Sansol), en dirección Lazagurría-Armañanzas, tomaremos la NA-6310, que nos conduce a Torres del Río. Desde este lugar a través de la NA-7200, pasando por Espronceda llegaremos hasta Torralba del Río, y desde este lugar tomando la NA-7202, al Santuario de Nuestra Señora de Codés. La distancia desde Pamplona a este último lugar, unos 82 kilómetros. 
Santuario de Nuestra Señora de Codés
Inicio del recorrido

   Una vez llegados al destino, dejaremos el vehículo en un aparcamiento en las proximidades del Santuario y convenientemente equipados iniciaremos la subida hacia nuestro primer objetivo, el monte Joar. Se ha venido escribiendo también como Yoar o Yuar, y se ha venido pronunciando como "Ioar". También hay que hacer mención al nombre que se aplica de un modo general a la sierra, y con que algunos mapas han rotulado la cima, que ya de por si tiene nombre propio. Se trata de la sierra de Codés.
   Para alcanzar la cima por esta vertiente sur del macizo tomaremos una amplia pista, que desde la parte izquierda del Santuario se dirige hacia le este. El camino está balizado con marcas en colores blanco y rojo del sendero histórico GR-1.
   Este camino nos lleva a través de un bosque de origen mediterráneo, que va elevándose con una pendiente acusada y que nos conducirá hacia las alturas de la sierra. Después de recorrer un tramo de este amplia pista, encontraremos a nuestra izquierda una señal indicativa, mediante montículo de piedras, en donde la nueva senda se dirige hacia el norte. Conforme nos acercamos a las rocas el camino cobra una pendiente mucho más acusada, atravesando unas pedrizas desprendidas del roquedo, que dificultan el caminar. La tentación de entrar en la cascajera es constante, pero hacerlo sería errar en la ascensión y buscarnos complicaciones innecesarias.
Collado de La Llana
Acceso a cima de Joar

   Este camino nos llevará hasta el collado de La Llana situado a una altitud de 1210 metros sobre el nivel del mar. Durante la subida a la izquierda podemos contemplar la hermosa aguja de los Cencerros, mientras que a la derecha, bajo el monte La Plana (1337 metros), aparece la denominada Peña de la Mujer.
   Alcanzando el collado, nos desviamos hacia la izquierda para continuar con esta primera ascensión a Joar. Debemos señalar que a este collado se puede acceder por otros lugares desde la vertiente norte del macizo de Codés. Los más comunes desde Santa Cruz de Campezo, situado en la provincia de Álava y también del municipio navarro de Genevilla.
   Desde el collado la subida transcurre por una senda muy clara y de acusada pendiente que atraviesa un pequeño hayedo, después una zona más despejada, que nos conduce a la entrada de un nuevo hayedo. Como curiosidad nos encontramos ante el hayedo más meridional de Navarra, un precioso bosque encantado con árboles milenarios; de formas pintorescas, fuertemente influenciados por el relieve del terreno y la climatología.
   Después de salir del bosque, tras unos pequeños repechos alcanzamos la cima más elevada de la Sierra de Codés, Joar de 1416 metros de altitud, límite entre la provincia  de Álava (Comunidad Autónoma Vasca) y Navarra.
 Desde la cima de La Plana.
Valle de la Berrueza. Al fondo Mendaza

   La cima es una zona amplia y concurrida por varios buzones de montaña, una señal geodésica y una cruz de hierro.También encontramos un extenso y amplio conjunto de antenas repetidoras que desfiguran por completo el entorno natural de estos parajes. Estas antenas requieren un mantenimiento técnico, lo que ha determinado, que llegue hasta ellas una amplia pista para vehículos, con el correspondiente deterioro medioambiental, una verdadera pena.
   Después de disfrutar de magníficas vistas en las cuatro direcciones, nos alejamos convenientemente de las antenas repetidoras para localizar un lugar agradable. Una vez localizado, disfrutando de una temperatura primaveral, los amigos "matarrasa" tomamos nuestro acostumbrado almuerzo, comentando las incidencias del ascenso y las posibilidades de completar el recorrido de retorno con una nueva ascensión. Después del refrigerio, decidimos antes de volver al punto de partida, visitar la cima del monte La Plana, que lo podemos observar desde el Joar en dirección sureste.
   Para acercarnos a esta cumbre desde nos encontramos, retornamos por donde hemos subido, hasta llegar al collado de La Llana (1210 metros), y tomamos hacia la derecha una pequeña senda, muy marcada, que elevándose entre arbustos de bajo porte y origen mediterráneo, nos acerca a un cresterío rocoso. Podemos optar por seguir la ascensión por un sendero que recorre una estrecha arista, hasta llegar a la cima de La Plana (1337 metros de altitud). También seguir una senda menos expuesta, que atravesando un pequeño bosque por la falda de la montaña, nos llevará sin dificultad a la cima.
Santuario de Nuestra señora de Codés
Porches exteriores

   Esta cumbre, es una apreciable planicie esta forma un hermoso praderío, de ahí le viene la denominación a esta montaña y donde encontraremos un curioso buzón de montaña. Este lugar es un espléndido balcón sobre el valle de la Berrueza, que se encuentra a los pies de estas montañas en dirección sureste.
   Desde La Plana en la misma dirección destaca un elegante cresterío somital fuertemente  enriscado. Se trata de Malpica (1105 metros de altitud). Debió existir una fortaleza en estas peñas, que fue usada con frecuencia para resguardo de bandidos y malhechores según nuestras noticias.
También se pueden contemplar varios paisajes, de entre los que destacan las cimas de Peña Gallet y Costalera, objeto de otro recorrido recogido en otra comunicación anterior. Después de un buen rato disfrutando del lugar, iniciamos el descenso hasta nuevamente el collado de La Llana, y desde este lugar por el mismo camino de subida regresamos al lugar de salida, las proximidades del Santuario de Nuestra Señora de Codés.
Nuestra Señora de Codés.
   Al llegar a este hermoso lugar, decidimos realizar una visita a este Santuario, en donde se venera una imagen de la Virgen, a la que según la tradición, habían tributado gran devoción los habitantes de la antigua ciudad de Cantabria, sita muy cerca del actual Logroño. Ocultada según la misma tradición el año 575 durante la destrucción de la ciudad por las tropas de Leovigildo, aquella primera imagen fue llevada a las montañas de Yoar, aún lugar de abundante arbolado y difícil acceso.
   La imagen actual preside el altar mayor del Santuario de Codés. De estilo gótico, su talla puede situarse entre los siglos XII y XIII. Es sedente. Mide 85 centímetros de altura. El Niño lleva en su mano izquierda el globo del mundo y con la mano derecha vendice. La Madre con la mano izquierda sostiene al Niño y en la derecha lleva la manzana simbólica de Nueva Fe.
   Tiene esta imagen un encanto y unción notable. Sin perder nada de su porte real, ofrece ante todo una dulce expresión de bondad material, que se refleja en su rostro sonriente. Se puede decir que es el retrato de la Reina y Madre, que saludamos en el canto de la Salve.
   Este Santuario muy restaurado, es un lugar de gran devoción de los vecinos de los municipios de los valles circundantes.
   Después de efectuar esta visita a este lugar tan emblemático, regresamos a nuestros domicilios después de una jornada inolvidable.
  
  

1 comentario:

  1. Entrañable excursión descrita, como siempre, con maestría por JJ. Este febrero me quedé en el collado sin poder alcanzar la Plana y Yoar, había bastante nieve y no íba equipado. Con mis compañeros habíamos subido desde Nazar, faldeando la Costalera. Es un buen mirador.
    La foto desde la Plana es significativa, un Paternáin con Mendaza a sus espaldas, todo un manifiesto.

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